Ivorypress art + books es la galería de arte-librería que la pareja formada por la doctora y experta en arte Elena Ochoa y el arquitecto Norman Foster han montado en Madrid. No lo conocía y me ha impresionado. El proyecto es ambicioso: se trata de exponer obras de escultores, artistas plásticos, fotógrafos y arquitectos, editar una espléndida revista de arte International photo magazine y monografías sobre artistas de diferentes disciplinas, tendencias y culturas.
El espacio expositivo resulta espléndido en su diseño y simplicidad. Me recordó a las galerías de arte del Soho neoyorkino. El diseño es de Norman Foster sobre un espacio hasta ahora ocupado por una imprenta y un garaje anexo. 800 metros cuadrados diáfanos a los que se accede a través de una rampa. A su lado, comunicadas pero independientes, una librería con un fantástico surtido de libros de fotografía, arquitectura y diseño. Un vicio.
En esta ocasión la exposición está dedicada a Buckminster Fuller, arquitecto visionario, filósofo, matemático y cartógrafo. Me perdí el debate con el que se inauguró la exposición el pasado 9 de septiembre, en el que participaron Allegra Fuller, hija del arquitecto; Thomas Zung, socio de Fuller; Norman Foster y Luis Fernández Galiano, comisarios de la muestra. "Bucky Fuller es más relevante ahora de lo que lo fue en su día, porque hoy afrontamos muchas de las crisis que él anticipó, en términos de supervivencia”, manifestó entonces Foster que trabajó durante doce años con Fuller. Y es que este fue un revolucionario, un inventor que adelantó la solución a muchos problemas que hoy padecemos.La exposición recorre la trayectoria del visionario de Massachusetts, desde los bocetos de 1927, hasta la maqueta de la casa solar de la que Foster proyectaba construir dos unidades idénticas: una en Inglaterra para su familia y otra en EEUU, para la de Fuller. Además planos, maquetas, fotografías, acuarelas, bocetos y un documental producido por Ivorypress. En ella pueden rastrearse sus más sonados éxitos, sobre todo la célebre cúpula geodésica y sus multitudinarias conferencias de los contraculturales años sesenta y setenta. Llama la atención el Dymaxion Car, una réplica de su prototipo realizada por Norman Foster para esta exposición y que os muestro en la fotografía. "Mi punto de partida a la hora de tomar la decisión de crear el Dymaxion Car fue una mezcla de curiosidad y un deseo de rendir homenaje a Bucky, una forma de expresar mi gratitud por su sabiduría y por su valiosa forma de entender las cosas que han ayudado a dar forma a mi propia vida", manifestó el arquitecto.
Es un coche precioso, de línea aerodinámica y tres ruedas, bajo consumo, construido con un material muy ligero, capaz de transportar a doce personas. En el interesante documental que acompaña la muestra nos cuentan el motivo por el que este coche no logró ser comercializado. El prototipo se presentó en la Feria Mundial de Chicago del año 1933. Durante la demostración otro automóvil, conducido por un miembro relevante de la administración, colisionó con él causando la muerte del conductor. Con el fin de evitar su inculpación se borraron las huellas y se determinó que el prototipo había volcado causando así la tragedia. El coche nunca fue comercializado.
Parte de las obras expuestas se engloban en el concepto Dymaxion, un término concebido por el departamento de relaciones públicas de los almacenes Marchall Field de Chicago, donde Fuller expuso una de sus primeras viviendas unifamiliares en 1929. Dymaxion une tres palabras que aparecían constantemente en las explicaciones del arquitecto: dynamics, maximum y tension. El término fue inmediatamente adoptado por Fuller para sintetizar su máxima: más por menos.
Aunque mantuvo una estrecha amistad con algunos de los integrantes de la Bauhaus, nunca se sintió identificado con sus inquietudes. "A ellos sólo les importaba el diseño de los grifos, mientras que para Fuller lo importante era de dónde provenía el agua", declara uno de sus estudiosos en el documental. Tampoco tenía un gran concepto de la política: "Mandaría a los políticos a dar un paseo alrededor del sol, y seguiríamos viviendo igual. Sin embargo sin tecnología se morirían cientos de miles de personas después de terribles sufrimientos. La tierra es capaz de producir lo suficiente para que todos sus habitantes viviéramos estupendamente. La política es el problema".
La cúpula geodésica, que hoy es empleada por arquitectos de todo el mundo, entre ellos por su amigo y discípulo Norman Foster. Quizá la más famosa sea la que este realizó en cristal coronando el edificio del Reichstag, en Berlín. Y sus preciosas maquetas de esferas. En realidad, un artista.
Preciosa muestra de un arquitecto fuera de toda tendencia y absolutamente honesto. Mago de la cúpula y maestro de los mas grandes. Yá no escribo más, pues en el otro comentario me he alargado un pelín.
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