Banksy y Los Simpson

Los productores de la serie Los Simpson deben estar "mesándose los cabellos". No se les ocurrió mejor cosa que invitar al grafitero inglés Banksy a crear el argumento de los títulos de crédito que preceden a cada capítulo de la serie. El resultado es una secuencia en que la célebre ciudad donde viven, Springfield, aparece cubierta de pintadas con la firma de Banksy, mientras Bart está castigado a escribir una y otra vez en la pizarra de la escuela que no volverá a escribir en los muros. Lo malo es que ha cubierto las paredes de la escuela con la misma frase.













Cuando la familia se sienta en su sofá, dispuesta a ver una entrega más de su famosa serie, comienzan los problemas. Vemos una fábrica donde docenas de mujeres, con rasgos orientales, realizan los dibujos en una especie de cadena de montaje. Esos dibujos son recogidos por un niño. Como os muestro el vídeo no me extiendo más, merece la pena que lo veais. Habla de explotación en un ambiente sórdido, nada más alejado del mundo en tecnicolor de los dibujos animados. La crítica resulta certera al conocerse que la Fox, productora de Los Simpson, contrata la mayor parte de la animación a una empresa de Corea del Sur que, según parece, mantiene a sus trabajadores en unas condiciones no muy distintas a las que Banksy muestra en la serie.

Es fácil imaginar la disyuntiva ante la que se ha visto abocada la productora. ¿Cómo censurar el trabajo de un artista conocido internacionalmente por su crítica al sistema, contratado para participar en la realización de una serie cuyo objetivo es el mismo? Aunque el precio fuera publicitar unas prácticas empresariales indeseables, ha optado por lo que consideró mal menor, aunque la publicidad que este asunto ha suscitado algún beneficio le ha deparado, sin duda alguna. Así de paradógico es el mercado.

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