No volveré a ser joven
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
Triste y lúcido poema de Gil de Biedma, maravilloso, conmovedor poema. Su poemario, Moralidades, hace muchos años que es uno de mis libros de cabecera. Merece la pena escuchar a Miguel Poveda, un maestro del cante, interpretar una canción compuesta por él sobre este texto.
Envejecer y morir (bien), es el único argumento de la obra. Me he tomado la libertad de introducir el paréntesis, pues al leerlo, me ha salido del alma. Ánimo a todos los que fisicamente yá no somos jóvenes.
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