"Nordeste", una escultura de Vaquero Turcios

Nordeste, de Joaquín Vaquero Turcios, es la prueba de cómo una escultura puede embellecer con el paso del tiempo e integrar, no solo la acción de los elementos, sino también la, en ocasiones, menos enriquecedora iniciativa humana. Esta preciosa escultura, realizada por el artista asturiano en 1994, se encuentra en el camino de acceso a la cumbre del Cerro de Santa Catalina, coronado por El Elogio al Horizonte, de Chillida. El tiempo ha erosionado su piel, el tiempo y la acción de ese viento del nordeste que le da nombre y que tan presente está en la vida cotidiana de los gijoneses: en verano, porque al arrastrar las nubes es sinónimo de buen tiempo; en invierno porque trae con él frío y lluvia. Y, junto a la acción de los elementos, los mensajes de amor.