Hoy, 20 de julio, es mi cumpleaños, una fecha que durante años coincidió con el veraneo familiar en Gijón. Recuerdo ahora con especial ternura aquellos entre los dieciséis y los veinte, cuando todo estaba por estrenar, cuando cada vivencia revestía la condición de acontecimiento. Tiempos de pandillas, de primeros amores: el primer contacto de una mano, la primera canción de amor bajo los sones de una guitarra, el primer traje largo para asistir a una fiesta en el Club de Regatas, el primer beso. Tiempo de caminatas, de excursiones, de tardes jugando al ping pong o a las cartas atechados bajo el hórreo, en casa de los amigos. Los primeros aires de libertad.
Durante esos años, la mayor parte de nuestro tiempo, cuando no hacía día de playa (harto frecuente en Asturias) discurría en Somió, una zona de Gijón donde la mayoría de nuestros amigos poseían casa de veraneo. Así que dedico la tarde a deambular por aquellos rincones y, aunque compruebo con desazón cuánto han cambiado, todavía se mantienen algunos clásicos, como el bar que veis a la derecha, donde nos reuníamos a tomar sidra y comer tortilla de patata y chorizos a la sidra (nuestras pagas semanales no daban para más). Descubro que ahora se llama Casa Víctor. Nosotros lo llamábamos Alvarín, aunque quizá el nombre con el que lo recuerdo provenga de la frase "ir al barín", cualquiera sabe.
Somió ha crecido en estos años y, aunque se han construido chalets nuevos, algunos de dudoso gusto, y más de una odiosa colonia de pareados, todavía conserva muchas de las casas tradicionales y ese sabor rancio, un poco ajado, que me entusiasma. Intento fotografiar aquellas en las que viví mi juventud, pero las altas tapias me lo impiden. Juego con la posibilidad de llamar al timbre y presentarme. ¿Qué será de aquellos que compartieron momentos tan añorados de mi vida? Impera la cordura, y sigo mi camino. Algunas cosas si he podido recuperar, las más importantes.
Releo lo escrito y me disgusta el espíritu de naufrago que de él se desprende. Nada más alejado de mi realidad. La nostalgia por el tiempo ido, la conciencia de su futilidad es algo consustancial conmigo, que me acompaña desde la primera juventud, responsable quizá de ese afán por beber la vida a borbotones que me caracteriza.
Así que hoy, día de mi cumpleaños, os regalo parte de mis recuerdos y de mis paisajes. Con amor.
Felicidades jovencita, y a distrufar de todo lo que queda. Un beso
ResponderEliminarMuchísimas gracias. Buenos tiempos aquellos, verdad Manolo?. Muchos besos
Eliminar¡¡Muchas felicidades!! y que tengas un feliz día de cumpleaños.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias tía mía. Un abrazo enorme
EliminarAnte todo felicidades, y luego volver a felicitarte por la hermosa tierra que es escenario de esos recuerdos y de este verano.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchísimas gracias y un enorme abrazo
Eliminar¡¡Un brindis con sidra por tu cumple!!
ResponderEliminarEspero poder feicitarte muchos años más.
Un abrazo de sesentona
Muchísimas gracias, amiga mía. Espero y deseo seguir teniéndote cerca. Eres un encanto. Un abrazo fortísimo
EliminarLo he visto todo y leído todo, me ha gustado mucho. Yo también tenía amigos con casas en Somió, algunas estupendas y me trae muy buenos recuerdos. Muchas felicidades y muchos besos hermana. Lola
ResponderEliminarGracias Dolorinos. Un beso enorme, hermana
EliminarGracias hermana.Ahi estaba yo,gordita y soñadora.Esperando encontrar mi principe azul,enamorandome todos los dias muchísimo,hoy de uno,mañana de otro.Jesús,Agustin.....Con 16,17 años y subidas a los árboles de Cabañaqunta...Recuerdas cuando te nombraron Miss Simpatia? Y yo gané un concurso de tortillas de patata?Como diría Julito "La vida sigue igual".Besos.Te quiero.
ResponderEliminarAhí estabas tú, guapísima y adorable, como has sido siempre. Tú y yo como dos siamesas, compartiéndolo todo. Ahí estás, en todos mis recuerdos, pegada a mí. Te quiero, hermana.
EliminarSoy nieto de Pepito y Maruja, que regentaron Casa Alvarín, y cuyo nombre se debe a mi bisabuelo. Me ha hecho mucha ilusión encontrar una foto de la casa, donde incluso nació mi padre.
ResponderEliminarSaludos,
Igor Prieto (jipaesp@gmail.com)
Me alegro de saludarte,Igor. Bienvenido a Mi casa. En Alvarín pasé momentos inolvidables. Un fuerte abrazo
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