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martes, 17 de julio de 2012

"Veraneo en el Norte", por Pedro de Silva


"En verano el sol en el Norte es un bien escaso. Hay quien se pasa el día maldiciendo, pero esa misma escasez aumenta el valor del producto y convierte su disfrute en un lujo.


El consumidor bien informado sabe la fórmula: hay que ir a la playa aunque esté nublado, desplegar la toalla y sentarse encima a hacer la espera, pues la mayoría de los días el sol pasa visita, aunque sea breve.



A veces la visita es intermitente, y se ve moverse la franja soleada por la arena, seguida de otra franja en sombra. Cuando la primera llega a uno es el momento de entrar en el agua o, si no se está por ello, de predisponer el cuerpo para la mayor absorción posible, saboreando el sol con avaricia; de este modo se ingieren algunas reservas, que ayudan a pasar el brevísimo invierno de la franja de sombra.



La gente que reniega de estas argucias y se va al Sur no tiene idea de lo que es el consumo responsable."



Me ha hecho tanta gracia este pequeño artículo de Pedro de Silva, publicado por La Nueva España de Gijón el 9 de julio de 2012, que he querido compartirlo con vosotros. Análisis certero de la estrategia necesaria para veranear en el Norte y no morir de frustración en el intento. Recuerdo mis desplazamientos familiares desde Madrid a Gijón a pasar el verano, las maletas rebosantes de jerseis, calcetines y katiuscas,junto a los trajes de baño y los vestidos de tirantes. Y siempre un plan preparado alternativo a la playa: una chocolatada en un prado, una excursión con chubasquero o una partida al tute bajo el hórreo de un amigo. O ir de pesca. Una bendición.

1 comentario:

  1. Certero Pedro, sí señor. Sólo se le olvidó recomendar que normalmente es bueno llevar a la playa una graaaaaan toalla, no ya para secarnos o tumbarnos sobre ella, sino como manto protector del aguacero que nos sorprende y que obliga a salir de estampida a la voz de "m. el último" ¿Quiénes no nos vimos varias veces en tal situación en las playas de la Cornisa? No se lo pierdan, puede ser divertidísimo. ¡Viva el Norte!

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