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lunes, 16 de agosto de 2010
Centro Asturiano de La Habana
El 25 de septiembre de 1996, en un puesto de libros de segunda mano en la Plaza de Armas de La Habana compré un ejemplar de "Españoles en La Habana", editado en 1953 y escrito por Servando Monge Muley. Recuerdo que me senté en unas escaleras a hojearlo, y en sus páginas encontré muchos tesoros, entre ellos referencias a algunos miembros de mi familia, asturianos que emigraron a Cuba en busca de fortuna.
Ahora vuelvo a tener el grueso volumen en mis manos, rescatado de una biblioteca mal ordenada donde a menudo se me despistan los libros. Y vuelvo a ver las fotos del Centro Asturiano que tanto me conmovieron cuando las contemplé por primera vez, pensando que así sería la decoración cuando mi abuelo, en 1953 (el mismo año en el que se editó el libro) y como Presidente de la Diputación de Oviedo, lo visitara.
En el 96 este precioso palacio, construido por el arquitecto asturiano Manuel del Busto en 1927, era la sede del Tribunal Supremo. Antes, según nos cuenta un señor amabilísimo que al conocer el motivo de mi interés se ofrece a servirnos de guía, fue Cuartel de Milicias y Centro de Pioneros, como la preciosa mansión de los Bacardí en Santiago de Cuba. El edificio está bastante deteriorado, pero conserva aún mucho de su majestuosidad original. Poco queda de su mobiliario: algunas mesas de mármol y caoba, algunas fantásticas lámparas de bronce y cristal de Bohemia y, en la antigua Sala de Juntas de la directiva, los sillones de caoba con el escudo de Asturias, ricamente trabajados, y su secreter.
Para su construcción se emplearon mármoles traídos de Estados Unidos, España e Italia, toda la carpintería se realizó con caoba cubana y las vidrieras emplomadas se fabricaron en Madrid.
Es fácil imaginar la suntuosidad que caracterizó estos espacios. La escalera de mármol que conduce al salón de baile, más propio de un palacio aristocrático que de un edificio burgués. Y la taberna-café, una joya revestida de azulejos.
Las imágenes que reproduzco provienen del libro, de ahí su escasa calidad. De arriba abajo y de izquierda a derecha se tratan de la primera parte de la escalera principal al llegar a la reja del café-taberna; balaustrada de la misma y primer piso del palacio; lucernario de la escalera, representando el desembarco de Colón en América; el salón de sesiones de la Junta Directiva; el café-taberna; la biblioteca y el salón de baile.
En el libro, tras el prólogo, Enrique Gancedo Toca, según el diario ABC de julio de 1957 el millonario español más joven de Cuba, escribe unas palabras que no me resisto a reproducir. Las titula Pensamiento de acercamiento Hispano Cubano.
Cuando el mundo se debate y lucha entre inquietudes, recelos, ambiciones y egoismos buscando el camino, que desgraciadamente no ha encontrado todavía, que le conduzca a la ansiada paz y sosiego espiritual, resulta ampliamente grato asomarse a la imponderable Obra titulada "Españoles en Cuba" la que será portavoz gráfico ante todos los países del mundo demostrando el genio hispánico proseguido en su titánica empresa de entregarnos sus herencias eternas, vertiendo en nuestros ríos raciales y espirituales el vivificante fermento de la sangre y los esfuerzos de sus hijos. Por ello ostenta Cuba el galardón de su colectividad hispánica que ha entregado a la Perla de las Antillas, lo mejor de sus desvelos y energías creadoras, uniendo en un estrecho abrazo fundiendo más todavía, la entrañable hermandad y solidaridad de ambos Paises conmovidos ante tanta prueba evidente de esfuerzos, lucha y sacrificios cauce de una anhelada prosperidad y convivencia pacífica entre todas las naciones amantes del bienestar moral y material de la humanidad.
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Bella nota
ResponderEliminarOtra visita “imprescindible” para seguir la presencia asturiana en La Habana es al Cementerio Colón. Conocido internacionalmente por sus monumentos artísticos, históricos y arquitectónicos. Una verdadera “ciudad de los muertos”, el “último paradero” como fue bautizado y al que allá por los años 20 del siglo pasado se llegaba en una guagua llamada, jocosamente por las gentes “”La Dichosa”.
A pocos metros de la entrada principal (lo encontré por casualidad) se tropieza con el panteón de la Sociedad Asturiana de Beneficencia que según escribe María Cruz Morales Saro “arquitectónicamente es una capilla, la que ocupa la mayor parcela de todas las asociaciones, que imita en su portada y ventanas el románico local” (El indiano como impulsor de cementerios y cliente de arte funerario en Una arquitectura para la muerte. I Encuentro internacional sobre los cementerios contemporáneos. Sevilla, junio 1991). Definitivamente hay encuentros para todo…aunque esto más pareciera…”desencuentro”.
El panteón, según escriben, llegó a tener 98 bóvedas y sus correspondientes osarios y sobre el mismo se levanta aún una escultura en mármol de la Virgen de Covadonga, patrona de Asturias.
Recordar las "pasadas" que por allá hicieron Guillermo Cabrera Infante (Cain) llevado acarreado por el asturiano (oriundo) excelente fotografo y artista Jesse A. Fernandez y que aparecen narradas algunas el "La Habana para un infante difunto".
ResponderEliminarEstás en deduda conmigo y con muchos. Para cuando la nota sobre Jess...?
Estimado amigo, muy buen trabajo, lo felicito sinceramente.
ResponderEliminarTengo entendido que el edificio ya no es Centro de Milicias y que ha sido reparado parcialmente para su uso en una de las secciones del Museo de Bellas Artes.
Muchas gracias por tu comentario.Algún día tengo que volver a esa maravillosa isla.
ResponderEliminarMuchas gracias!!
ResponderEliminarEl libro Españoles en Cuba 1953 de Servando Monge Muley es una obra genial e imagen viva de la ¨simbiosis¨ que siempre ha existido entre ambas naciones.
Yo los lunes y los miércoles voy con mi prima a tenis, nos suele llevar nuestro abuelo aunque a veces nos suele llevar mi madre, la madre de mi prima o mi padre o el padre de mi prima. Solemos ir también o con el hermano de mi prima o con mi hermano, o con todos.
ResponderEliminarMe lo paso genial con todo lo que tenemos que hacer. Y de todos compañeros que tengo, con quien mejor me llevo es con mi prima, que a veces los profesores bueno antes todos pensaban que eramos hermanas. Y ahora, muchas veces no se si es por casualidad, cuando hacemos grupos o parejas, siempre nos ponen juntas y dice mi prima que deben de saber que somos inseparables. Cuando llueve solemos jugar en el edificio, pero otras veces, cuando hace sol tenemos que bajar un gran cacho, casi hasta donde termina el camino. Los profes son muy buenos, hay uno muy gracioso y otro que nos gusta mucho a mi prima y a mi. Nos divertimos mucho, si queréis apuntaros podeis hacer como mi prima y yo-