El País, 1 de Agosto de 2010
Parece ser que hasta el momento, y de espaldas a lo acordado en la Unesco, los israelíes realizaban en la ciudad vieja de Jerusalem, dentro y fuera de las murallas, las obras arqueológicas que consideraban oportunas, sin dar explicación alguna. Bienvenido sea este acuerdo, que quizá ayude a conservar una de las ciudades más hermosas del mundo y, sobre todo, pueda servir de ejemplo para otro tipo de encuentros de mucho mayor calado entre judios y palestinos. In sha Allah
El sentido común es el menos común de los sentidos
Agosto ha venido, nadie sabe cómo ha sido.
ResponderEliminarCuando llegue septiembre todo será maravilloso.
Volverán los "ocupados" visitantes de tu blog sus comentarios a colgar y...otra vez con su llegada, tus entradas subirán.