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jueves, 19 de agosto de 2010

Antonio López, pintando Madrid


Antonio López, para algunos críticos el mejor pintor vivo del mundo, a vuelto a salir a la calle a pintar Madrid. Aquí le vemos uno de estos días, en la Puerta del Sol, pintando la Real Casa de Correos. Es uno de los dos cuadros que tiene planteados, abarcando entre los dos el perímetro de la plaza. Solo trabaja unas horas al día, por la tarde, porque es esa luz la que le interesa y no otra. Tardará años en terminar el lienzo, como ocurrió con el resto de los cuadros que dedicó a la ciudad. Pero merece la pena esperar. Los lienzos que salen de sus manos son excepcionales.


Ha pintado Madrid desde muchos lugares, en plena calle o subido a una azotea. Este cuadro que vemos de la Gran Vía lo pintó en las madrugadas durante los veranos de 1975 al 80. Recién amanecido recogía en la sucursal del Banco de Vizcaya el caballete y las pinturas, que diariamente le guardaban allí los vigilantes de la entidad, y se instalaba en la isleta del paso peatonal que separa Gran Vía de la calle de Alcalá. Durante 30 o 40 minutos apresaba en el lienzo esa primera luz de la mañana. Luego dejaba los bártulos en el banco y hasta la mañana siguiente.

Ahora está embarcado en un proyecto muy ambicioso, que vuelve a tener a Gran Vía como protagonista: Vuelo sobre Gran Vía. Seis cuadros de la avenida desde distintos puntos de vista y a diferentes horas del día. Dice el pintor: Es un vuelo completo, a unos seis metros de la calle. Empiezo al amanecer desde el edificio de Seguros Zurich y cierro en la Plaza de España con la luz del atardecer.












Madrid desde Torres Blancas, Madrid desde Vallecas. Arte con mayúsculas.

Recuerdo el primer cuadro que ví de Antonio López. Fué en la galería Heller, creo que desaparecida, en 1979 u 80. Se trataba de una colectiva de pintores figurativos españoles, y solo recuerdo aquel cuadro, un pequeño formato representando a una niña de doce o trece años, un primer plano de la cara y parte del torso. Miraba al espectador apoyando la cabeza en una mano, el codo sobre una mesa. Nada más, con esa naturalidad, esa sencillez deslumbrante de los Antonio López. No sé el tiempo que estuve mirando aquella niña. Nunca sentí tanto no tener dinero para comprar algo, aunque ya entonces sus precios eran prohibitivos.

Madrid desde la calle Capitán Haya y Retrato de María.

Antonio López, como todos los grandes, es un hombre sencillo y humilde, que confiesa estar desentrañando aún los misterior de la pintura. Esto pretende ser una muestra de la suya.

















Víctor Erice rodó un corto sobre el proceso creador de Antonio López, que tituló El sol del membrillo. Os ofrezco unos minutos.

4 comentarios:

  1. Inconmensurable. No tengo otra palabra para describir la pintura de este magnifico ser humano. ¿Sería el membrillo de su patio como el rinocuerno de Dalí?. Atardeceres de Madrid por los cuatro costados.

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  2. Lo que hizo Erice no es un corto, sino un largometraje que se llevó el premio del jurado y el de la crítica en el Festival de Cannes

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  3. Hola:
    me he tomado la libertada de enlazar esta entrada tuya a la mía en la que mencionaba a Antonio López, muchas gracias.
    Ahora emvoya a dar un paseo por tu sitio que promete.
    Un cordial saludo
    http://jofz.blogspot.com/

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  4. es muy muy muy muy feo

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