Pocos pintores han ejercido mayor influencia en la pintura contemporánea y muy pocos han sintetizado como él el mundo de la publicidad y la televisión con la pintura. Andy Warhol, David Hockney, los reyes del pop art. A bigger splash, el cuadro con el que abro este comentario, es quizá el cuadro más representativo de los años 60 cuando, tras su viaje a Los Ángeles, realizó una serie de cuadros sobre piscinas abundando en esa pintura plana, colorista, un punto ingenua, inconfundible.
El arte pop, figurativo y realista, fundamentalmente anglosajón y urbano, influenciado por los comics, la fotografía, los grafitis, el cine y la publicidad, surge fundamentalmente como reacción al expresionismo abstracto. Irreverente, atrevido, reta los cánones establecidos y se hace liviano e intrascendente. Y provocador. No es difícil imaginar la conmoción que causó entre los amantes del arte este Typhoo realizado en 1962, bajo el título Demostración de versatilidad: Pintura de té en un estilo ilusionista.
Liberado de "lo sublime", el pop revolucionó la pintura casi tanto como lo hiciera el Impresionismo. Su frescura, su forma de beber de lo cotidiano, su homenaje a lo fugaz. Me gustan sus imágenes poderosas y su falta de pretensión.
Y David Hockney es uno de sus máximos exponentes. Sobre estas líneas, el retrato de sus padres y su autorretrato.
Fotógrafo, dibujante, pintor, ilustrador, escenógrafo. En 1978 le encargan los decorados y el vestuario de La flauta mágica, de Mozart, cuya obertura os ofrezco a continuación, en una representación ofrecida por el Metropolitan de Nueva York. Sobre estas líneas, algunos de sus diseños para el vestuario de los artistas.
En una practica de clase lo he descubierto y me ha sorprendido gratamente. Recomendado para todas las edades
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