Estais viendo la fachada oeste del Castillo de Otranto, enorme e intrincada fortaleza medieval, en Puglia, Italia, próxima a la ciudad del mismo nombre. Allí ocurrieron muchos fenómenos sobrenaturales sorprendentes, entre ellos la aparición de un yelmo gigante, cien veces más grande que uno común, todo cubierto de plumas negras. Retratos de los antepasados del actual propietario cobraron vida para censurar, con su sola presencia, la conducta de los moradores del castillo. A veces, en las más altas galerías, se materializaban los cuerpos de gigantes.Como bien se sabe, las mujeres que recientemente visitaron el castillo fueron perseguidas por la intrincada maraña de galerías que se retuercen y pasan por debajo de las enormes fortificaciones. La mejor vía de escape, en estos casos, es un pasillo secreto que conduce directamente a la vecina iglesia de San Nicolás.
Todas las vicisitudes que se vivieron en Otranto están relatadas en El Castillo de Otranto, de Horace Walpole, según los estudiosos la obra que dio origen a la llamada "novela gótica". Una obra que os recomiendo. Dicen los vecinos del lugar, retratado en la Guía de los lugares imaginarios, de Alberto Manguel y Gianni Guadalupi, que en los últimos tiempos el lugar se haya habitado por vampiros, que bailan en los jardines a la luz de la luna. Al amanecer, se escuchan los sollozos de una dama. Nadie la ha visto nunca.
Yo sí la he visto, la ví ... la sigo viendo ... y la veré siempre
ResponderEliminar¿Vampiros bailoteando por los jardines a la luz de la luna? Pues, no estaría mal, sol pau, acudir allá y sacarles una entrevista. Y luego irle con el fenomenal scope a Mr Anson, a ver si nos ponía en su lista, La lista de Anson.Si al amanecer se escuchan el sollozo de una dama, quizás sean los mismos de mercedes milá, que anoche soñó que volvía a San Agustín de Guadalix.
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